martes, 15 de noviembre de 2016

MÓDULO II: PAUTAS DE INTERVENCIÓN EN EL ACOSO ESCOLAR. ACTIVIDAD 1: Caso 2 "Caso de victimización de tipo activo" Alumna 24

* Análisis de la situación: Nos encontramos en la etapa de Educación primaria, en un aula de 28 alumnos con una media de edad de 11 años, entre los cuales el 54 % son chicas. Tras responder a un test, observamos que el ambiente en el grupo es relativamente bueno y tranquilo, pero sí que se producen conflictos entre compañeros del grupo clase.
         Encontramos  a partir de los heteroinformes, que de los 28 alumnos, 3 de ellos presentan riesgo de acoso escolar, especialmente la alumna 24 con un porcentaje superior a la mitad de la clase como testigos de dicho acoso (en el que el nivel de aislamiento, rechazo y maltrato psicológico es elevado, encontrando también respuestas de testigos que confirman el maltrato físico en algunas ocasiones). En cambio, tras el autoinforme, la alumna 24 contesta que todo tipo de agresiones se realizan muchas veces, existiendo así cierta controversia en la frecuencia de los hechos, en algún caso destacable.
Volviendo al heteroinfrme, existen 4 alumnos que son considerados como respetuosos, amables y solidarios con el resto de compañeros por lo que contamos con perfiles de alumnos PROSOCIALES a la hora de realizar la intervención ante el acoso escolar. Como prosociales mayores tenemos al alumno 12 y 19 (alumnos con mayor liderazgo dentro del grupo), siendo el alumno 4 y 1 los perfiles de prosociales en menor medida, pero que también servirán de ayuda.

POR TANTO, observando las respuestas de cómo ven los testigos esta situación con la alumna 24 y comparando estas respuestas con las ofrecidas por la propia alumna, podríamos considerar que ésta sí que sufre agresiones, es aislada y rechazada con insultos entre otros, pero que se trata de una VÍCTIMA ACTIVA puesto que a ella le gusta llamar la atención, discutir continuamente y que en ocasiones responde agresivamente.

TRAS HABER IDENTIFICADO EL PROBLEMA EXISTENTE EN EL AULA GRACIAS A LOS ANÁLISIS DE LOS DIVERSOS TEST (AUTOINFORME, HETEROINFORME Y SOCIOGRAMA),PLANTEEMOS UNA POSIBLE INTERVENCIÓN:

         En primer lugar, considero imprescindible, cuando se detectan conflictos continuos en un aula, sean del tipo que sean y que afecten a la convivencia en el grupo clase, el llevar a cabo actividades que permitan evitar que estas situaciones aumenten y se den con mayor frecuencia, para incluso llegar a solventarlas en la medida que sea posible. Como actividades que podríamos emplear, entre otras:

                   - La existencia de un "Buzón de sentimientos", donde los alumnos escriban de forma anónima cualquier situación que hayan vivenciado (positiva o negativa) para después poder ponerlo en común y debatir sobre ello en el aula...Debe estar basado en situaciones en las que los alumnos se hayan sentido bien, agradecidos, apoyados, ayudados, integrados... o por el contrario,situaciones en las que se hayan sentido defraudados, aislados, disgustados... De esta forma anónima podríamos realizar otro tipo de actividades para aprender a cómo se debe reaccionar en dichas situaciones (tanto el afectado como el que provoca dichos sentimientos)

                   -Establecer "Momentos específicos para la lectura de dichos mensajes anónimos"

                   - Elaborar actividades que se centren en el desarrollo de las habilidades sociales, en la empatía, y donde se compruebe que todos precisamos en algún momento de la ayuda de cualquier compañero...La dramatización donde el alumno tenga que ponerse en la piel de todos los roles sería algo bastante útil.

                   - Trabajar con programas para el autocontrol de conductas, de la ira y los impulsos
                   - Establecer y determinar con claridad aspectos éticos y morales que supriman y ayuden a los alumnos a promover actitudes contrarias a cualquier tipo de violencia.

Cuando se llevan a cabo estas medidas preventivas creo que se debería de informar al claustro, para que puedan aportar cualquier dato que sea relevante durante la convivencia en el centro entre dichos alumnos, lo que ayudará a confirmar que los problemas se mantienen (o no) y que empieza un estado de alarma superior. Si esto sucede y los conflictos no se solventan, entonces llevaríamos a cabo el protocolo de actuación siguiente:

         1º Comunicar al equipo directivo, de orientación y claustro de profesores, la ejecución de test e informes (como los que hemos conocido: autoinformes, heteroinformes y sociogramas) para analizar la situación y continuar con el protocolo de manera mas específica y argumentada.

         2º Establecer medidas para la protección de la víctima, teniendo en cuenta la asignación de alumnos prosociales que la acompañen u observen de manera indirecta, evitando situaciones donde la víctima se encuentre sin la presencia de otros compañeros, es decir contar con alumnos que sean vigilantes en dicho proceso. De la misma manera se podría establecer dicha vigilancia a los posibles agresores. En nuestro análisis estos alumnos serían el 19 , 12, 14 y 1. Sentaríamos a la alumna 24 con algunos de estos alumnos que tienen mayor liderazgo y que son prosociales, alejándola del acosador en la distribución del aula.

El papel del alumno prosocial/ayudante en esta situación tendría, entre otras las siguientes funciones: integrar o colaborar en la integración de compañeros; escuchar, apoyar a los compañeros, profesores...; intervenir si fuera necesario en los conflictos que se den; comunicar a los profesores de lo que suceda; pedir ayuda del adulto en la resolución de conflictos; ayudar y ofrecer maneras de resolver problemas...

Respecto al acosador, establecer vigilancia continua del mismo, por profesores especialmente, pero incluir a algún alumnos prosocial; ampliar las normas de disciplina, sanciones; orientar en la actuación de situaciones al agresor (que aprenda a empatizar, a ponerse en la piel de los demás...); premiar las conductas positivas que tenga; usar algún tipo de contrato visible en el que se vean los puntos a los que se ha comprometido; llevar a cabo programas de modificación de conductas...

         3º Dejar claro, que cualquier aspecto observado debe ser comunicado sin miedo e insistir en la importancia del trabajo en equipo y colaboración que entre todos se debe hacer para mejorar la situación dada. Asignar qué debe hacer, cómo y cuándo aportar la información de lo que suceda entre los roles de los alumnos colaboradores.

         4º Establecer  (incluso ampliar) las sanciones que los agresores deberían de asumir en caso de que se sigan produciendo las agresiones, tanto en el RRI, como en las normas de aula entre otras.

         5º Comunicarse y cooperar con el resto de docentes y especialistas del centro para que todo el mundo actúe en una línea similar, de tal forma que quede bien claro el proceso a seguir, los roles de cada alumno y las pautas de actuación. Si fuera necesario incluso comunicarlo al servicio de Inspección para así poder contar con la participación de otros en la solución de problemas.

         6ºComunicarse también con las familias, especialmente de la víctima y el/los agresores, para que desde casa puedan cooperar y sean conscientes del proceso que se esté llevando en el centro educativo.

         7º En las continuas reuniones que se lleven a cabo entre los docentes y especialistas, actualizar la información sobre lo que se esté trabajando, con la finalidad de ir modificando (o no) las pautas de actuación, en función de si están siendo efectivas (o por el contrario no producen efectos positivos) y ver así como modificarlo.
                
Como seguimiento de la intervención, nos servirán las continuas reuniones que se lleven a cabo, el intercambio comunicativo entre los diferentes ámbitos (centro, familias, alumnos), los datos que se observen y anoten a diario durante la convivencia en el centro, la lectura continua de los mensajes en el buzón de sentimientos y las conclusiones de las dramatizaciones o diversas actividades que se lleven a cabo.

         Para ello, podríamos realizar cada cierto tiempo las entrevistas que se llevan a cabo al inicio del protocolo de actuación e incluso pasar cuestionarios con preguntas, para comprobar las relaciones socioafectivas en el grupo (aplicar los sociogramas), y así, comprobar si se producen o no cambios con la finalidad de seguir ampliando con otro tipo de actuaciones o mantener las que se están trabajando, e incluso suprimir la ejecución de alguna actividad si fuera preciso. Además hay que ser consciente de la importancia de llevar a cabo una autoevaluación del proceso por parte del docente, aceptar las críticas y heteroevaluaciones que otros profesores puedan realizar y ofrecer al respecto. Entre todos, las pautas de actuación y sus resultados serán más efectivas, amplias y variadas, enriqueciendo en todo momento el proceso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario